Al pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad, propongo agregarle la alegría del espíritu. Vaya aquí mi humilde contribución.
lunes, 1 de junio de 2020
En vez de tanto enojo, esta señora tendría que estar muy agradecida a Alberto. Si no fuera porque le respondió un twit pedorro que escribió hace unos meses, ni la vecina de al lado sabría quién es.
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