Al pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad, propongo agregarle la alegría del espíritu. Vaya aquí mi humilde contribución.
martes, 22 de septiembre de 2020
Orgulloso de un ministro que no sólo demostró que sabe hacer su trabajo profesionalmente, sino que cuando lo sarasean sabe responderles en los mísmos términos para que no rompan las pelotas.
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